sábado, 9 de febrero de 2013

¿SOMOS ROMÁNTICOS/@S?


Me resulta curioso constatar lo interiorizado que tenemos el ideal romántico en nuestra sociedad.

En ocasiones, se tiende a pensar que sólo es explícito en las mujeres, pero lo cierto es que nos influye mucho tanto a unos como a otras. ¿Quién no ha oído, en infinidad de ocasiones, que el mejor modo de estar en la vida es “estar en pareja”?, incluso se verbaliza que el óptimo estado es “estar enamorado/a” (a pesar de que sabemos que el enamoramiento es un estado pasajero que no dura mucho tiempo y se acaba). ¿No es cierto que, pese a que conocemos multitud de rupturas de parejas y fracasos matrimoniales actualmente, cuando estamos inmersos en una relación seguimos pensando que “lo nuestro” es para siempre, o que, al menos, ése es el ideal?
 

No podemos obviar, que procedemos de una tradición cultural en la que se
ha dado mucho valor al amor, al romanticismo, a la “vida en pareja”, de hecho, podemos verlo reflejado en multitud de literatura, en el cine, en los cuentos infantiles, por ejemplo, de Walt Disney, (¿quién no recuerda el famoso final de “…fueron felices y comieron perdices…” que solía ocurrir después de que un hombre y una mujer, siempre pareja heterosexual, se casasen?).

 Lo cierto es que nuestros antepasados más cercanos (padres y abuelos), en su gran mayoría, se han casado y vinculado con sus parejas “para toda la vida” y eso todavía tiene mucho peso en la actualidad. No nos han preparado para las rupturas, ni para estar “solos”, no tenemos apenas modelos previos.

 

Sin embargo, sí que se están dando en la sociedad una serie de cambios que propician que las personas nos vinculemos y nos desvinculemos varias veces en la vida, es decir, que, a lo largo de nuestra vida, tengamos diferentes parejas y que estemos solos en otros períodos de la misma.

 

Por lo tanto, ¿tiene sentido que tengamos unos “ideales” o nos propongamos unas metas que cada vez tienen menos que ver con el modo de vida actual, con la realidad?, ¿acaso no nos generarán frustraciones si no se cumplen?, ¿podemos desprendernos tan fácilmente de algo que se nos ha inculcado durante tanto tiempo?, ¿será positivo para nuestras relaciones de pareja actuales pensar que es bastante probable que se acaben y comiencen otras?, ¿será positivo para las personas que no tienen pareja y se obsesionan en encontrarla?

 

Lo cierto, es que no es fácil desprendernos de este ideal tan presente en nuestra sociedad, y que aunque hemos de ser conscientes de sus limitaciones y de que puede generar frustraciones y dificultades en las rupturas, también tiene algo positivo que aportarnos, pues no podemos estar inmersos en una relación de pareja pensando constantemente que se va a terminar, ya que eso significaría el fin de la misma. ¿Y qué sería de las relaciones amorosas sin ilusión?
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario